Las charcas. Patrimonio cultural

Mas del Collado de las Cruces (Villahermosa del Río)

Mas de Cambreta, en el macizo del Penyagolosa (Vistabella del Maestrat)

En el entorno mediterráneo, las charcas han tenido un papel fundamental en la vida rural de la montaña. La masía es un modelo de ocupación del territorio muy extendido en la zona este de la península Ibérica, ligadas a la agricultura y ganadería extensivas.

En estas construcciones se conjugaba la explotación sostenible de los recursos naturales con la supervivencia humana en un medio agreste. En estos territorios resultaba fundamental la presencia de terrenos aptos para los cultivos de montaña (principalmente cereales), pastos para el ganado y, sobre todo, agua.

De esta manera las masías se construían en terrenos rocosos, dejando libres los suelos más profundos y cultivables, orientadas al sur para recoger mejor la insolación y cerca de una fuente o pozo.

 

Charcas del Mas del Carbó (Todolella).

Para abrevar el ganado buscaban depresiones naturales en el terreno donde se acumulaba el agua o bien se construían charcas seminaturales que recogían el agua de la lluvia. Así, en buena parte de la montaña mediterránea las masías aparecen asociadas a charcas y balsas (llamadas localmente navajos, basses, arreplegadors, codolles, etc).

En la actualidad muchas de las charcas de mayor interés para la biodiversidad fueron creadas como abrevaderos para el ganado.

Navajo del Campo, en Titaguas.

El ingenio y la necesidad hicieron que los propietarios creasen rústicos sistemas para recoger el agua de la lluvia de los tejados de las masías o de las cunetas de los caminos, formado unas estructuras más o menos complejas. 

Los casos más sencillos, en áreas llanas, son la ampliación de una depresión en el terreno donde confluyen las aguas de escorrentia de las lluvias.

En los enclaves situados en zonas más agrestes se hizo necesario reforzar los taludes para impedir que se desmoronasen. Así entran en juego las paredes de piedra en seco, una arquitectura tradicional que se postula para ser declarada como Patrimonio de la Humanidad. En algunas zonas del Maestrazgo se han declarado Lugares de Interés Etnográfico.

La Bassa del Mas de Miravet (Xodos).

Estas estructuras de piedra pueden estar más o menos trabajadas y en algunos casos se trata de auténticas obras de ingeniería rural.

Bassa del Mas de Malusa (Xodos).

Por tanto, a las charcas asociadas a las masías les debemos un enorme respeto pues han servido para el desarrollo de comunidades rurales muy precarias.

Ahora queda de nuestra mano el mantenimiento de estas charcas y navajos que forman parte de nuestro patrimonio cultural y natural, además de constituir un notable recurso paisajístico.

Para saber más:
-Revista Ruralia nº 4
-Parque Cultural del Maestrazgo